Senador provincial por Buenos Aires Frente de Todos

El Bloque de Senadores Bonaerense del Frente de Todos respaldó a Magario y a Traverso por ser víctimas de espionaje

Traverso Magario

En el día de la fecha, la titular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Cristina Caamaño, ha realizado una denuncia penal en la que se revela la existencia de un dispositivo de espionaje y seguimiento ilegal que funcionó en ese organismo bajo la gestión de Gustavo Arribas, quien estuviera al frente del mismo durante la presidencia de Mauricio Macri.

En su presentación, Caamaño denunció que el espionaje ilegal habría tenido lugar, al menos, desde el 2 de junio de 2016 y se habría realizado sobre correos electrónicos privados de periodistas y dirigentes políticos, sindicales y sociales de diversos espacios políticos y partidarios, entre los que se incluye el oficialismo de aquel entonces.

Vale recordar que la ley 25.520 o Ley de Inteligencia Nacional, establece claramente en su artículo 4° que ningún organismo de inteligencia podrá obtener información, producir inteligencia o almacenar datos sobre personas, por el solo hecho de –entre otras cuestiones- sus acciones privadas, su opinión política o su adhesión o pertenencia a organizaciones partidarias, sociales, sindicales y laborales. El artículo 5° de la misma normativa indica además que las comunicaciones privadas son inviolables en todo el territorio de la República Argentina, a excepción de que existiera una orden judicial en sentido contrario.

Como bloque de senadores provinciales del Frente de Todos, nos vemos particularmente afectados por este mecanismo ilegal puesto en funcionamiento por el anterior gobierno nacional, ya que entre sus víctimas directas se encontraban nuestro compañero Gustavo Traverso y la actual vicegobernadora de la Provincia de Buenos Aires y presidenta del Senado, Verónica Magario.

Pero más allá de esos dos casos puntuales, condenamos enérgicamente cualquier uso de las agencias de inteligencia del Estado para perseguir a ciudadanos argentinos y ciudadanas argentinas por sus acciones personales y sus pensamientos.

La única función de la AFI debe ser monitorear las actividades que afecten a la Defensa Nacional y la seguridad interior de la Nación. Cualquier otra cuestión no sólo es improcedente e ilegal, sino que está reñida con los más elementales principios atinentes al funcionamiento de un Estado democrático.

En su discurso ante la Asamblea Legislativa, el pasado 1 de marzo, nuestro presidente Alberto Fernández fue muy claro al enfatizar que “tenemos la decisión irreversible de terminar para siempre con los sótanos de la democracia”, explicando así la decisión estratégica de intervenir la AFI y la necesidad de avanzar hacia un nuevo diseño del Sistema de Inteligencia Nacional.
Ese es el compromiso que hemos asumido con nuestro pueblo y bajo ese mandato actuamos.

A 37 años de la recuperación de la democracia, es inadmisible la existencia de dispositivos de
espionaje ilegal como denunciado por Caamaño.

Por tal razón, es fundamental que tanto Mauricio Macri como Gustavo Arribas den explicaciones de la existencia del mismo ante la Justicia Federal.